Resumen:
Antes de 1962 no se había utilizado concreto lanzado en obras de ingeniería civil en México; pero si se había usado en algunos casos la "gunita". Por esas fechas se repararon los túneles de Tequisquiac, que tenían revestimiento de mampostería ya muy deteriorado; el revestimiento nuevo se formó con concreto lanzado con un agregado grueso de tamaño máximo de 9.5 mm. El procedimiento fue el de mezcla seca y se emplearon máquinas B5m de doble cámara a presión.