Resumen:
La importancia del establecimiento de estándares dentro del desarrollo de sistemas de computación es indiscutible. En los últimos años, la tecnología de hardware ha evolucionado notablemente, a tal grado que en 1995 podemos encontrar microcomputadoras con velocidades de procesamiento de datos comparables a las de los poderosos mainframes y estaciones de trabajo que muchas veces sobrepasan las capacidades de las minicomputadoras.